Con motivo del jubileo
Lo prometido es deuda. Debo esta idea a la sabiduría del Maestro, que en una agradable comida tuvo la genial ocurrencia de reinterpretar (de aquella manera, todos sabemos de qué hablo) la canción más conocida del reciente y sorprendente premio Nobel de literatura. No ha sido tarea fácil, pero esto es lo que ha salido. Espero que lo disfruten.Nos la sopla, el viento(1)
Cuánto ha de andar por los caminos
para comprar un kilo de pepinos.(2)
Cuántas Velas tuvo que aguantar
antes de poderse jubilar.
Cuántas bolas podrá sobar
para que le quieran echar.
La respuesta sabed
nos la sopla tener
y el viento nos la sopla también.
En cuántos consejos se ha de sentar
para un millón poder cobrar.
Cuántos sexenios tendrá que birlar
para que gitano le puedan llamar.
Cuántos bribones tendrá que educar
y varón le puedan nombrar.
La respuesta sabed
nos la sopla tener
y el viento nos la sopla también.
En cuántas charlas ha de roncar
antes de poder descansar.
Cuánta agua le han de traer
aunque no quiera beber.
Cuánto licor tiene que trasegar
para poder firmar sin parar.
La respuesta sabed
nos la sopla tener
y el viento nos la sopla también.
(1) Cántese vestido de monja, con una botella de Calisay en la mano y a poder ser sobre las rodillas de una faraona, incluso si los pies le queden colgando.
(2) Merecido homenaje al Profesor A. F. G., aunque no recuerde el número del chiste.
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