Yo no recordaba ya
cuando fue la última vez
que se hizo.
Meses, años, mil quizá,
pero esta testarudez
riza el rizo.
De lo que se presentó
nada tengo que decir:
poco y vano.
Si acaso se destacó
por su fácil discurrir
italiano
quien nos presentó Ardeeme
con su retórica fácil,
castellana.
Incluso Fidel se teme
que lo sustituya grácil
en La Habana.
Y terminamos bebiendo
unas botellas de cava
del barato.
Mientras fuimos despidiendo
al jefe que se piraba
cual lebrato.
viernes, 5 de octubre de 2012
Octavillas voluminosas
Cien cajones de papeles
que son del año setenta,
cartapacios de reventa
rodeados con cordeles
y extendidos en tropeles,
rebosan por el pasillo.
Mudanza de tapadillo
sin clase y sin oropeles.
No se veía algo así
desde la Guerra Chiquita.
Parece esto una mezquita
víctima de algún suní
en territorio chiita.
Espero que dure poco
que ya provoca sofoco.
La secretaria está frita.
Volúmenes por doquier,
se salen por la ventana.
La picota sampedrana
no deja de merecer
quien no los quiere perder
pero se pira a Suiza,
perverso como Witiza
porque él no los va a mover.
que son del año setenta,
cartapacios de reventa
rodeados con cordeles
y extendidos en tropeles,
rebosan por el pasillo.
Mudanza de tapadillo
sin clase y sin oropeles.
No se veía algo así
desde la Guerra Chiquita.
Parece esto una mezquita
víctima de algún suní
en territorio chiita.
Espero que dure poco
que ya provoca sofoco.
La secretaria está frita.
Volúmenes por doquier,
se salen por la ventana.
La picota sampedrana
no deja de merecer
quien no los quiere perder
pero se pira a Suiza,
perverso como Witiza
porque él no los va a mover.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)