Aquí
un hígado reposa
con
su labor bien cumplida.
Tanto
alcohol trasegó en vida
que
todavía rebosa.
Aquí
yace al tresbolillo
un
hígado de borracho.
De
alcohol tuvo tal empacho
que
rezuma carajillo.
Aquí
yace devorado
por
el alcohol ingerido
el
hígado preferido
del
bebedor desbocado.
Descansa
en reposo eterno
un
borracho con tal celo
que
el hígado está en el cielo
y
su dueño en el infierno.
Tuvo
muerte fulminante
un
borracho empedernido
apenas
hubo perdido
un
hígado tan currante.
Que
no caiga en el olvido
hígado
tan deslumbrante
que
su dueño tan campante
vivió
cien años cocido.