Volvimos a responder
a la vil convocatoria.
Como siempre sin historia.
!Y qué le vamos a hacer!
La apertura sí fue breve.
Lo debo reconocer.
Aunque no lo debe ser,
si se hace como se debe.
Después habló el ingeniero,
sobre el veinte y la su nave.
Para qué será lo sabe,
él, su jefe y el trilero.
El siguiente fue Carlitos
hablando de aemese,
del imán, ay, si lo hubiese!
Se verían más piquitos.
Y se me hizo un rato largo
tener que escuchar entera
una charla pejiguera.
Con ella empezó el letargo.
Cerrada sí lo hizo bien
en ceemese no hay ná,
elehachecé va geniá
da datos a tutiplén.
Vaya mirada de obús
que puso la jefa Inés
cuando entró y vio medio al biés
hablando de doblechús
y de la teta uno tres
a Carmen y así, Ay, Jesús!
Casi le dio un patatús,
"Me han obligao, ya lo ves!"
Por si no es poco bagaje
los de cáliz nos contaron
cómo un polipasto usaron
pa mover el tonelaje.
Pero pagamos peaje
de mala organización
con un sueño rezongón
para todo el malevaje.
Y vemos que no se acaba,
que nos queda ceteá.
Me duermo, no puedo ya,
hasta se me cae la baba.
Que no entra el uesebé
al intentar colocarlo.
Habrá que intentar clavarlo
cual Cagancho al volapié.
Por fin lo leyó el pecé
y pudimos escuchar
que HESS no sabe montar
ni un telescopio y olé.
El jefe quiso pasar
la parte del aobé
cual si fuera un paripé
y hubo que preguntar:
Quiso colar de rondón
un cambio de secretaria
por una joven becaria
del área de formación.
Ya llegamos al final,
ya se acaba, qué emoción!
Termina este cronicón
sarao-departamental.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
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